El empleo de las IA trae aparejados problemas vinculados a cuestiones de género. Por un lado, el acceso limitado que poseen mujeres y disidencias en su uso y capacitación. Por otro lado, el sesgo de género que presentan dichas inteligencias, que replican las desigualdades existentes en las sociedades. Si son las mismas sociedades las que cargan de datos o educan estas IA, es esperable que el sesgo social se vea reflejado en ellas. Educar o entrenar a una IA con estos limitantes implica problemas que afectan a mujeres y disidencias en cuestiones tan simples como el trabajo o la salud. Si una IA entiende que hay trabajos que son masculinos como doctor, abogado, mecánico, se estima que las bases de datos que va a proveer a los contratadores sean predominantemente masculinas, dejando afuera a mujeres y disidencias. En el siguiente foro, tres especialistas debatirán en torno a dos ejes: desigualdad en el acceso a la información y uso en IA y sesgos de género en IA.